Aplicación móvil para el reemplazo de formularios físicos durante un trabajo de encuestas de cultivos en República Dominicana.
El Gobierno de República Dominicana, con la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo, creó el Programa de Desarrollo Agroforestal para mejorar la capacidad productiva de los agricultores de café, cacao, y aguacate del país.
En 2020 y 2021 el consorcio OP & Consultores Asociados, MVI Social, y Fundación REDDOM realizó la verificación externa e independiente de dicho proyecto, para lo cual se creó una aplicación móvil que reemplazaría los formularios físicos que los verificadores llevarían a las parcelas rurales.
Yo trabajé en ambas verificaciones como diseñador UX/UI y editorial.
El proyecto se realizó durante la pandemia de la COVID-19, por lo que fue imposible viajar a República Dominicana a realizar entrevistas a los potenciales verificadores (para este proyecto el término “verificador” se usó como sinónimo de “usuario”), y también porque aún no se habían realizado las contrataciones de estos trabajadores. A pesar de esto, se realizaron encuestas y crearon prospectos para el tipo de personas que se contratarían. Con esta información pude iniciar el proyecto.
En la fotografía se observa tanto el amplio rango de edades que tuvieron los verificadores, como el uso de la aplicación en conjunto con el “cuaderno de campo”. Uno de los objetivos de la aplicación era reducir el peso de este, lo cual se puede observar en la imagen. Fotografía cortesía de OP & Consultores Asociados.
Fue así que se usé el proceso del Design Thinking para completar mi parte del proyecto, el cual se dividió en dos etapas:
Verificación de 2020: En esta se lanzó la primera versión de la aplicación y se reunieron datos de uso.
Verificación de 2021: Se realizaron modificaciones a la aplicación basadas en los datos obtenidos durante la verificación anterior.
Es también necesario mencionar que cuando ingresé al equipo de trabajo ya existía una versión alpha de la aplicación sobre la cual desarrollé mi trabajo.
La principal razón de la aplicación fue reemplazar los formularios físicos que los verificadores llevarían al campo. Estos formularios, los cuales diseñé yo, fueron la piedra angular del proyecto.
Existían distintas versiones de los formularios dependiendo del cultivo, al igual que otros documentos que los verificadores debían cargar.
Los formularios se dividían en varias partes, las mismas que se usaron para dividir la aplicación en partes pequeñas fáciles de completar, evitando así un cognitive overload en los verificadores.
De esta forma creé el user-flow.
Aunque, dada la extensión del documento, no es posible leer el user-flow que muestro, se puede notar que la parte media y derecha corresponde a toda la lógica de las encuestas.
Al mismo tiempo creé el user-journey. Aunque existía información limitada de primera mano, consideré elemental realizar este paso para comprender en qué circunstancias los verificadores usarían el producto.
La interfaz resultante terminó siendo un 80% blanca, lo que favorecía la visibilidad en lugares con bastante brillo.
La aplicación vendría preinstalada en un dispositivo Android, por lo que no sería necesario que el verificador descargase la aplicación. Por otro lado, se usaría su nombre y una contraseña preelegida para que inicie sesión.
El inicio de sesión se realizaría durante los trabajos de capacitación, no durante la jornada de trabajo.
Siguiendo las consideraciones de UI por el desgaste cognitivo de los verificadores y el esquema de las encuestas, la interfaz de la pantalla principal se dividió en tres, de las cuales solo muestro las dos primeras pues el consorcio consultor solo permite la muestra parcial de este proyecto:
Selección de beneficiario: En esta se elige a quién se realizará la entrevista en campo.
Encuesta: Consta de las preguntas filtro y las preguntas que dirigir al beneficiario.
El verificador podría acceder a todas las funciones de la aplicación a través de esta pantalla, sin tener la necesidad de ingresar al menú.
El primer paso (selección del beneficiario) tenía una ventaja sobre la encuesta física, pues en la versión impresa se debe escribir manualmente los datos del encuestado antes de realizar la entrevista. En la aplicación solo era necesario buscarlo en la base de datos precargada.
Este paso podría realizarse aún antes de entrar en contacto con el beneficiario.
Tras la selección del beneficiario se iniciaría con las preguntas filtro. Este paso dictamina el resto de la encuesta, pues algunas respuestas invalidan futuras preguntas o toda la encuesta. Este trabajo se realiza de forma automática en la aplicación siguiendo la lógica detallada en el user-flow (revisar la segunda foto de este estudio). Esta fue otra gran ventaja sobre la encuesta física.
Luego de completar las preguntas filtro, sería posible iniciar con las preguntas de la encuesta.
El verificador podría revisar la pregunta que correspondía llenar y leérsela al entrevistado.
La encuesta se podría llenar en desorden, método que los verificadores demostraron preferir en campo durante la verificación de 2020. Para facilitar este tipo de llenado se colocaron mensajes de navegación que indicaban las preguntas que necesitaban de otras para considerarse correctamente llenadas.
La lógica de estas preguntas estaban también presentes en las encuestas físicas. Sin embargo, en la aplicación se realizaban saltos lógicos automáticos.
Debajo del botón de la encuesta existían el botón de instrumentos y el de incidencias.
El primero era una lista de los objetos que los verificadores debían llevar cada jornada.
Esta sección servía como lista de control antes de iniciar un día de trabajo.
La pantalla de incidencias (problemas) se incorporó en la segunda verificación (2021), aumentando la funcionalidad de la aplicación, pues las incidencias eran otro formulario físico.
Esta sección incluía diversas incidencias comunes de las que elegir, aunque también era posible añadir nuevas.
Este ciclo de trabajo sería realizado cada día de trabajo por lo verificadores. Por esta razón se realizaron talleres de capacitación presenciales, para los cuales diseñé el manual de uso impreso de la aplicación al igual que la presentación digital.
En la fotografía se ve la versión de demostración del manual que creé con un encuadernado japonés. La versión final usó anillado metálico y fue impresa en República Dominicana.
Ambas verificaciones fueron consideradas un éxito, ayudando la aplicación a este resultado facilitando no solo el trabajo de los verificadores sino también el del consorcio consultor al reducir el tiempo empeñado en la ingesta de datos y comprobación de errores.